jueves, 16 de septiembre de 2010
Jorge Tebes, Lunes 16 de Enero de 2006
Me encontraba estudiando Deuteronomio 28:1-14. Este es el capitulo que había vista en la primera visión. Quedé muy impresionado al leer cada versículo donde se destacaba la indudable protección de Dios, no solo porque sus hijos son fieles y obedientes, sino por su inmenso amor y misericordia que él tiene por su pueblo. Cuando estaba orando, en mi mente comenzó a fijarse la imagen de una Biblia abierta en Isaías 31:1-9, donde se destacaba el versículo 1, donde dice: “Ay de las que descienden a Egipto por ayuda y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, y en jinetes, porque son valientes, y no miran al santo de Israel, ni buscan a Jehová”. Desde ese momento me siento plenamente seguro que si somos fieles, Dios nos guiará para tomar decisiones correctas a favor de su obra.