Para esta fecha ya había pasado 6 meses desde que tuve la visión del 3 de noviembre del 2005. Aunque el Señor me guió a personas que debían saber lo sucedido y otras vinieron a mi porque querían saber, de mi propia boca todo lo que había sucedido. Muchas personas se asombraban y decían que realmente era un mensaje de Dios, pero todo había quedado así no más.
Mi preocupación fue aumentando cada vez más. Oré a mi Dios para que me guiara y me mostrara qué debía hacer para dar a conocer este mensaje. Esa noche tuve una visión donde pude ver con mucha claridad el parque de la Universidad donde esta el reloj. Todo estaba desolado, no se veía a ninguna persona. En ese instante apareció el pastor Daniel Vera caminando hacia su casa. Fue ahí que escuché con claridad la misma voz que escuché en la primera visión:
“Este es el hombre que te puede ayudar”. Obedecí y lo fui a ver. El pastor Vera también esta preocupado, pues ya había escuchado del mensaje. Juntos estamos orando para que Dios nos use en su causa.
Mi preocupación fue aumentando cada vez más. Oré a mi Dios para que me guiara y me mostrara qué debía hacer para dar a conocer este mensaje. Esa noche tuve una visión donde pude ver con mucha claridad el parque de la Universidad donde esta el reloj. Todo estaba desolado, no se veía a ninguna persona. En ese instante apareció el pastor Daniel Vera caminando hacia su casa. Fue ahí que escuché con claridad la misma voz que escuché en la primera visión:
“Este es el hombre que te puede ayudar”. Obedecí y lo fui a ver. El pastor Vera también esta preocupado, pues ya había escuchado del mensaje. Juntos estamos orando para que Dios nos use en su causa.