Soophaphone Sirivongsack

Este es el testimonio de una joven llamada Soophaphone Sirivongsack (en adelante, Soo).
Soo nació de padres vietnamitas residentes en Laos. Nunca conoció a su madre, quien murió cuarenta días después de su nacimiento. Su padre murió después de cáncer, y Soo fue adoptada en otra familia budista. En su infancia enfermaba con frecuencia, y aunque asistió a la escuela durante 10 años, no siempre lo hizo con continuidad. A veces necesitaba más de un año para terminar un grado. 


Queriendo aprender más de su religión, Soo llegó a ser monja budista, y en varias ocasiones vivió en el templo.

Durante ese tiempo aprendió de su padre adoptivo, un sacerdote budista, acerca de un Dios que había bajado del cielo, que tenía marcas en sus manos, pies, costado y cabeza; uno que perdona los pecados y que vendrá para llevar a sus hijos a vivir con él en el  cielo. El budismo lo conoce bajo el nombre de  segundo dios  (Pra-ma-xy-ann).

Cuando Soo tenía 28 años de edad enfermó de cáncer de mama, que pronto se propagó a otros órganos, afectándole el hígado, los riñones y la piel. Por aquel entonces, sus padres adoptivos se habían mudado a Australia, y fue allí donde se confirmó el diagnóstico de su enfermedad mediante biopsia.

El 10 de octubre del 2000, estaba preparando su equipaje y alistándose para tomar el avión hacia los Estados Unidos. Desde niña siempre había deseado ver ese país, y su madre adoptiva le ayudó a conseguir 2.500 dólares para el que iba a ser su primer -¿y quizá último?- gran viaje, que incluía Canadá, Guatemala, México, Washington y Chicago. 

Mientras Soo se preparaba para ir a dormir, vio algo extraño reflejado en su ventana. La puerta de su habitación comenzó a abrirse y a cerrarse. Eso ocurrió tres veces. Quedó sobrecogida. Le espantaba la posibilidad de que un  espíritu malo  le estuviera visitando. Así, Soo oró a  mi Dios  (según su entender budista), y se detuvo la manifestación. Aliviada y en paz, apagó la luz y se dispuso a dormir. Pero en lugar de la oscuridad, pronto apareció una luz en su habitación que se hizo más y más brillante, hasta que la dejó cegada por varios minutos. Luego pudo ver a un hombre alto con una vestidura larga blanca, con las mangas ondeando. Su vestidura no era de tela sino más bien semejante a una luz brillante que lo envolvía. Las primeras palabras que oyó de él, fueron:  No temas . Manifestó llamarse Jonatán. Le dijo venir de parte de Jesús. A la pregunta de Soo:  ¿Quién es Jesús? , respondió:  Es el verdadero Dios; él tiene las llaves del cielo y del hades . Le dijo que Jesús la amaba y que murió para perdonar sus  pecados y salvarla, y que había de estar preparada, ya que Jesús iba a venir pronto.

Ese ser brillante le habló en su lengua nativa por espacio de una hora acerca de Jesús. El ángel dijo a Soo que anotara por escrito las indicaciones que le iba a dar, paso a paso. Soo pidió al ángel que él mismo lo escribiera, ya que ella ni hablaba ni escribía en inglés. El ángel le respondió que se lo deletrearía, pero debía escribir esos nombres ella misma. Le indicó:  Iglesia Adventista del Séptimo Día . A la pregunta de Soo relativa a esa iglesia -de la que nunca antes había oído hablar-, el ángel respondió:  Es la verdadera iglesia para los últimos días.

La segunda instrucción del ángel que Soo había de escribir, era:  La Biblia en versión King James, El camino a Cristo, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes , así como el himno  Oh, qué amigo nos es Cristo , que oiría al encontrar la Iglesia Adventista. Le dio también el nombre del himno  Roca de la eternidad , que escucharía cuando asistiera a un  gran seminario bíblico . El ángel le dijo también que
esos himnos se cantaban en el cielo.

El ángel indicó a Soo que debía traducir los tres libros a su propio idioma. Había de ponerse en contacto con Roger Coon, dándole el siguiente mensaje:  Imprima 9.000 copias de esos libros  (tres mil de cada uno de los tres, para enviarlos a Laos). El ángel le dio, no sólo el nombre del pastor Coon,  de la Ellen G. White Conference , sino también el número de teléfono de White [Estate] en Silver Spring MD.

Soo preguntó al ángel qué quería Jesús de ella, y el ángel le respondió que quería que estudiara la obra médico-misionera y la Biblia. Después el ángel le dio los nombres de 5 personas a quienes contactar en Estados Unidos:  Mark Finley, Ron Halverson, Kenneth Cox y Dough Batchelor . Además, Jesús quería que John Carter le diera instrucción sobre  Apocalipsis, Mateo 24, el tiempo de angustia, Levítico 11 y la
oración del Padre Nuestro  (en el momento de la entrevista aún no había podido contactar con el pastor citado en último lugar, debido a la apretada agenda de éste).

El ángel dijo a Soo que debería regresar a su tierra natal, y que allí  alimentara a los pobres y les hablara de Jesús, el verdadero Dios, preparando sus corazones para su segunda venida y haciéndoles saber que Jesús cuida de ellos . En su país hay muchos huérfanos, y también muchos amputados como consecuencia de la guerra de Laos.

El ángel dijo también a Soo que  debía encontrarse con su propia gente en Sacramento, a fin de que le ayudaran con las traducciones de esos tres libros al idioma de Laos.  Mientras el ángel hablaba con Soo, ésta notó que desaparecía el dolor en su mama (de la que había sido operada, sin lograse la curación), así como de su hígado y riñones. Se sintió fortalecida y curada de su enfermedad. Soo tiene todavía una marca visible en su costado derecho, y una zona de decoloración cutánea en el muslo, en el lugar en donde estuvo el cáncer.

Soo estaba deseosa de ir a contar a su madre adoptiva acerca de las buenas nuevas de la curación de su cáncer, pero el ángel le indicó que no debía hacerlo entonces, sino que  tenía que continuar. Soo relata con voz entrecortada por la emoción cómo el ángel le dijo que vería a su verdadera madre en el cielo.

El ángel dio a Soo una información que resultó enigmática para ella: le dijo que después que fuera a Estados Unidos iba a ocurrir un gran problema (eso se le dijo en el año 2000), y que  en el 2005, nuevamente volvería a haber un gran problema . Ella replicó entonces que si era así, no quería ir a América. El ángel le dijo:  Ve. Estás viviendo en el tiempo del juicio ahora mismo. Has de estar preparada . Le dijo que después del gran problema que habría en Estadios Unidos, el evangelio se esparciría por el mundo entero . Soo le preguntó: ¿Cuándo viene Jesús? El ángel le respondió: Jesús quiere venir, pero aunque las personas de fuera están preparadas, las de dentro no lo están . Soo preguntó al ángel:  ¿Qué ha de suceder en América?  Éste respondió: En el gobierno hay personas de bien, pero obran para el mal. Presta atención a las noticias . Y añadió:  No temas. Las guerras, luchas de religión y cultura ocurrirán en el tiempo de los juicios de Dios . (Al relatarlo, Soo afirma tímidamente:  no entiendo el significado... ) También le dijo el ángel que  después del gran problema que habría en el 2005, [habría] muchos problemas, y enseguida vendría la ley dominical . El ángel le insistió en que Jesús venía pronto.
Soo dijo a Jonatán:  ¿Qué puedo hacer, si no lo comprendo? Me lo tienes que explicar...  A lo que el ángel respondió que no podía explicarle ahora el significado, que él debía ahora transmitirle su mensaje, y que  al llegar el tiempo apropiado, Dios usaría a personas que le harían comprender .

En total, el ángel se le apareció 3 veces, dos de ellas en Estados Unidos. La segunda visita fue justamente cuando el avión aterrizaba en California. El ángel le había dado instrucción acerca de que oiría un sonido semejante al silbido del viento cuando viniera. Soo escuchó el sonido, y reconoció al ángel a través de la ventana del avión. Soo lo saludó, y la mujer que se sentaba a su lado le preguntó sorprendida si le estaba hablando a ella.
 
El ángel le dijo:  Ahora estás en Estados Unidos; no temas, confía en Jesús y ámalo, entrégate y sé obediente; Dios te proveerá mesa con el alimento necesario . Después le dijo que él tenía que irse a Nueva York, donde tenía una obra que realizar junto a Gabriel, dado que las personas iban a necesitar allí a Jesús. Le dijo que observara cuatro lunas enrojecidas. (Cuando posteriormente tuvo lugar el ataque terrorista a las torres
gemelas, Soo cree recordar que se encontraba en la costa Este de Estados Unidos, y está segura de haber observado tales lunas antes de la catástrofe del once de setiembre).

Soo pudo ver de nuevo al ángel en junio del 2002, aplaudiendo gozoso en ocasión de subautismo. Con anterioridad había instruido a Soo al efecto de que, si el pastor se mostraba reticente a bautizarla a la vista de su precaria preparación doctrinal, le dirigiera esta pregunta por dos veces:  ¿Ama usted a Jesús? , como efectivamente tuvo que hacer. El ángel dijo entonces a Soo que Jesús estaba feliz por su bautismo, que no
dependiera de él mismo sino de Jesús, y que su misión había llegado ahora a su fin, debiendo regresar con Jesús. Le dijo:  Ora y estudia la Biblia. Estudia la profecía . Le repitió:  Cuando llegue 2005, no habrá paz .
Soo fue entonces a Wisconsin en busca del gran seminario bíblico que el ángel le había anunciado. Su hermanastra la llevó por error a la Iglesia Bautista del Séptimo Día, pero una mujer anciana de la Iglesia Bautista la dirigió finalmente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Cuando Soo asistió a esta última, oyó cantar el himno:  Oh, qué amigo nos es Cristo.
 
Finalmente, en Phoenix, el ángel le hizo saber que el gran seminario bíblico iba a tener lugar en San Diego. Soo asistió a la campaña evangelística de Mark Finley en San Diego, el 18 de febrero del 2002. Allí escuchó el himno  Roca de la eternidad . ¡Estaba feliz por haber encontrado la verdadera iglesia, y al verdadero Dios! Solicitó entrevistarse con el predicador, quien accedió gustoso, comenzando por preguntarle cómo había sabido de aquel encuentro. Soo mostró a Mark Finley el escrito con las indicaciones que la llevaron hasta ese seminario bíblico. Mark Finley, al leerlo, le dijo:

¡Ese es mi nombre! ¿Quién le dio estas instrucciones?  Mark Finley no pudo contener sus lágrimas cuando Soo le hizo saber quién había sido. El propio evangelista la puso en contacto Ron Halverson, uno de los pastores citados por el ángel.  Soo pasó casi dos años aprendiendo muchas cosas, incluyendo inglés, fisioterapia, hidroterapia, etc. Ha comenzado a traducir, asistida por otros, los libros El Camino a Cristo, El Conflicto de los Siglos (ayudada por un pastor japonés adventista) y El  Deseado de todas las gentes. El primero de los tres ya está terminado, aunque no impreso.

Soo afirma sentir una felicidad, un gozo y una paz que nunca antes había conocido. No se separa de su Biblia, y en ella encuentra la enseñanza, el poder y la dulce comunión con el Dios verdadero que se le ha dado a conocer de esa forma tan extraordinaria. En su traducción, en el momento de la segunda entrevista registrada, se encontraba a mitad del capítulo que trata del tiempo de angustia (de El conflicto de los siglos).
Soo manifiesta que no se le abrieron los ojos hasta más adelante, que  no había comprendido el libro hasta que el ángel me dijo:  El camino a Cristo  lleva el mensaje de 1888 . Soo dice que ahora no ve la religión como antes, al leer  El Conflicto de los siglos , sino que ve el amor de Jesús.


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Este artículo ha sido compilado de Internet a partir de diversas fuentes, contrastándolas cuidadosamente con dos entrevistas videofilmadas con Soo, disponibles en:

Jesús ya viene, ¿estas preparándote?, ¿en amor y en obediencia?