El día 24 de agosto por la noche asistí con mi esposa y mis hijos a la Iglesia de la Universidad en el cual se daba inicio al seminario de enriquecimiento espiritual. El orador fue el pastor JEU CAETANO la predicación fue basada en el libro Hechos de los Apóstoles capitulo 1:8. “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
La predicación fue muy enriquecedora y una gran bendición para los que asistimos. Sentí la presencia del Espíritu de Dios moviéndose en el lugar, tocando nuestros corazones de la manera que solo él sabe hacerlo; el predicador fue dócil al poder de Dios y fue una gran bendición para la Iglesia. El regreso a nuestros hogares fue muy placentero creo que va a perdurar por mucho tiempo en nuestras memorias el mensaje que nuestro buen Dios nos regalo. Paso la noche del viernes y el sábado desperté muy temprano alrededor de las cinco de la mañana, trate de conciliar el sueño nuevamente, fue en ese espacio de tiempo que mi Dios me concedió un nuevo sueño concerniente a su retorno a la tierra por segunda vez a buscar a su pueblo. Este sueño fue muy similar en algunos aspectos a la visión que el Señor me dio el jueves 22 de junio del 2006.
La predicación fue muy enriquecedora y una gran bendición para los que asistimos. Sentí la presencia del Espíritu de Dios moviéndose en el lugar, tocando nuestros corazones de la manera que solo él sabe hacerlo; el predicador fue dócil al poder de Dios y fue una gran bendición para la Iglesia. El regreso a nuestros hogares fue muy placentero creo que va a perdurar por mucho tiempo en nuestras memorias el mensaje que nuestro buen Dios nos regalo. Paso la noche del viernes y el sábado desperté muy temprano alrededor de las cinco de la mañana, trate de conciliar el sueño nuevamente, fue en ese espacio de tiempo que mi Dios me concedió un nuevo sueño concerniente a su retorno a la tierra por segunda vez a buscar a su pueblo. Este sueño fue muy similar en algunos aspectos a la visión que el Señor me dio el jueves 22 de junio del 2006.
Debo de hacer una aclaración con respecto a la expresión visiones y los sueños porque cuando me sucede son muy vívidos, por ejemplo, los sonidos y los colores que allí se ven son en su aspecto fuera de lo normal a lo que estoy acostumbrado a oír y ver aquí en la tierra. Los sonidos son sublimes, arrobadores. Los colores que allí se ven son brillantes, vivos, solo el verlos llegan a estremecer por su hermosura y quedan grabados en la mente como algo nunca visto .Todo esto produce un impacto en la persona que lo vive de tal manera que lo afecta en lo físico y también en lo emocional. En mi caso personal pasaron varias semanas para recuperarme, física y emocionalmente produce una sensación de no querer estar más tiempo en esta tierra después de haber vivido por un momento esta experiencia celestial.
A continuación pasaré a redactar el sueño: en un momento me vi. de pie en un lugar inmensamente grande donde se percibía una melodía muy sublime Comencé a sentir un gozo muy profundo que me arrobaba el alma. Poco a poco comencé a girar hacia mi derecha y con asombro vi una escena impactante y quedé como paralizado frente a tan solemne espectáculo. Tenía frente a mí el arca del pacto y la envolvía una luz blanca mezclada con el resplandor del oro, podía percibir otros colores pero prevalecían el blanco y el brillo del oro.
No puedo explicar con palabras lo que estaba presenciando solo sentía un profundo gozo en todo mi ser, en ese momento comienzo apercibir que desde la luz del lado derecho del arca aparece una silueta, que al principio no podía distinguir, por el resplandor que emanaba del lugar, a medida que se acercaba pude distinguir que era el mismo sacerdote que vi en la visión anterior. Su aspecto era deslumbrante, pero sus ropas no eran las mismas, el estaba vestido con ropas totalmente blancas y un cinto que lo ceñía mas arriba de la cintura y su color era brillante como el oro, todo era de un contraste perfecto. Me embargaba un profundo gozo como nunca lo había experimentado antes la felicidad y la alegría invadieron mi ser, pude ver su hermosa persona. Sentí un deseo profundo de acercarme a el y cuando lo hago emanan de Jesús rayos de una intensa luz blanca que me envuelve todo mi cuerpo. En ese instante siento que pierdo las fuerzas para mantenerme en pie. Caigo al piso conciente de lo que estaba pasando. Intenté levantarme pero no tenía fuerza para hacerlo, con mi cara en el piso pude observar que era como el cristal, parecía transparente y de un brillo incomparable En ese momento siento su voz diciendo: Hijo levántate. Yo le dije Señor no puedo, no tengo fuerza. El da una orden diciendo levántalo, sentí los brazos de un ser celestial levantarme y al instante recobre las fuerzas. Nuevamente vuelvo a sentir un profundo gozo y una felicidad sin fin, porque frente a mi estaba la persona de Jesús. Su aspecto era tan hermoso Ver su rostro es impactante, porque emanan de él como rayos suaves de luz que penetran en el alma, Su voz es melodiosa, suave, llevando el alma a la adoración de su hermosa persona.
Mientras observaba todas estas maravillas nuevamente oigo su voz hablarme, con un tono suave y amoroso Hijo,- me dijo-, debes regresar a la tierra y decirles a tus hermanos, a mi iglesia que pronto regresare buscarlos. Me embargo una tristeza muy grande en ese momento porque yo pensé que iba a quedarme para siempre en este lugar pues sentía una felicidad sin fin. Al saber que tenia que volver a la tierra donde me encontraría con la miseria de esta humanidad, el sufrimiento, la enfermedad y aún la muerte, me resistía a volver. Y le pedí al Señor que por favor me dejara quedarme en el cielo me sentía muy triste con ganas de llorar. En ese momento oigo su voz nuevamente que me repite: Hijo tienes que volver, el tiempo será corto. Vi que levantó sus manos y comenzó a venir hacia mí una luz que me envolvió totalmente, comencé a recobrar el gozo que sentí al principio. Desperté del sueño con un sentimiento de felicidad y alegría que jamás había experimentado en mi vida. Apenas desperté le conté a mi esposa lo que había soñado, ella quedó muy impresionada cuando oyó lo que me había sucedido.
REFLEXIÓN: Dijo Jesús en San Mateo 5:14, 15 ,16 .Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre celestial que esta en los cielos. Que impactante habrá sido escuchar de los labios de Jesús estas bellas palabras que resonaban en las colinas que rodeaban a la multitud allí reunida, Jesús les dice a los que estaban reunidos allí que ellos eran la luz del mundo. ¡Qué responsabilidad ser luz! Muchos se abran preguntado ¿luz para que? ¿Como se podrá ser luz? Entonces Jesús mirando hacia un monte cercano donde se había levantado una ciudad, señalando con su brazo extendido les dice: una ciudad edificada sobre una montaña no se puede esconder de la vista de los hombres. En estos tiempos también encontramos ciudades fundadas sobre montañas, colinas o parte de ellas y eso hace que cuando los viajantes que van hacia ellas las puedan divisar a la distancia sea de noche o sea de día En el versículo quince Jesús nos dice que cuando se enciende una luz en la casa no es para ocultarla de la vista de las personas sino para ponerla sobre la mesa para que todos los que están en la casa puedan aprovechar y disfrutar de esa luz. Nuestro amado Salvador nos sigue exhortando a que alumbre nuestra luz delante de los hombres, para que ellos vean vuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre que esta en los cielos. La luz blanca mezclada con el resplandor del oro que resplandece, que emanan del trono de Dios continuamente y lo llena todo representa, las vestiduras blancas que es la pureza del carácter, que es la justicia de Cristo impartida al pecador. El resplandor del oro es la fe y el amor que solo Cristo puede darlo. Apreciados hermanos el Señor Jesús pronto volverá a buscar a su pueblo para llevarlo a las mansiones celestiales.
¡PREPÁRATE! PARA EL ENCUENTRO CON EL!