Los siguientes, son los testimonio de un hermano Adventista del Séptimo Día. El no ha querido dar su nombre, pero yo lo conozco personalmente. Es un muy buen amigo, y gran conocedor de la Biblia y del Espíritu de Profecía. Hemos participado junto con otros amigos en reuniones espirituales y he podido comprobar su sinceridad y su espiritualidad y conocimiento. El ha tenido por años experiencia de visiones y sueños. Me ha pedido si puedo publicar sus testimonios. Dejo a continuación sus relatos y espero de todo corazón que sean de ayuda y consolación para su pueblo, y con la ayuda de Dios y de Jesús, poder guardar sus mandamientos y dejar de pecar solo por fe en el y prepararnos para tener un carácter cada vez más semejante a Jesús.
TESTIMONIO 1
En el año 1998, ingresé como voluntario a las Fuerzas Armadas y estuve un año y tres meses en la ciudad de Santiago realizando el servicio militar en el Regimiento N° 1 Buin, ubicado en la comuna de Recoleta.
Llevaba conmigo un ejemplar del Camino a Cristo, era un libro antiguo con las hojas ya amarillas que estaba en casa, lo leía cada vez que podía, era hermoso, cada una de las palabras escritas, eran como miel a mi paladar, algunas veces perdía el interés de seguir leyendo, otras veces seguía adelante en la lectura del libro.
Una tarde de sábado estábamos en la cuadra, como se suele llamar a los dormitorios de los soldados. La cuadra cinco era mi dormitorio. No había salido de franco, en otras palabras, de fin de semana libre, sin obligaciones de soldado conscripto.
No quise acompañar mis amigos a ver televisión, y preferí leer el camino a Cristo. Ubicado en el camarote superior, comencé a leer y disfrute de su lectura, un par de minutos después me quede dormido, cuando en ese instante veo que el cielo de la habitación o cuadra se abre y veo descender una forma de mujer bonita a lo lejos, luego se trasforma en algo muy horrible que viene hacia mí persona, la siento molesta por lo que tengo entre mis manos, el libro Camino a Cristo. Hace variados gestos, ademanes y un grito. Siento mucha angustia y despierto llorando y muy triste por lo que acabo de suceder, estaba muy asustado por la escena que acabe de ver. Solo dije Señor ayúdame. No entendía nada, no sabía el porque de lo sucedido.
Los últimos meses de mi servicio militar voluntario, estaba en la ciudad de los Ángeles en la casa junto a mis padres, era la mañana del segundo sábado del mes de marzo. Eran las 10:30 de la mañana, me encuentro sentado con la biblia en mis manos, en eso tuve una fuerte impresión de asistir a la iglesia. En eso recuerdo que hay una pequeña casa que daba la impresión de ser una iglesia, se encontraba cerca de la casa, no sabía que iglesia sería, no sabía nada de iglesias.
-Mama ¿A qué hora son los cultos los sábados?
- a las 11:00 contesta ella.
- voy a ir a una iglesia, bueno creo que es una iglesia, que se encuentra cerca de la casa.
-bueno contesta. No me dice nada, no me pregunta cuál es el motivo.
Así que tomo la biblia que era de mi padre y voy rumbo a la iglesia casa, una iglesia que no sé si realmente es iglesia o solo es una casa con muchas personas.
En el camino voy pensando y me digo a mi mismo.
¿Qué?
¿A dónde voy?
¿Cómo voy a ir a un lugar que ni siquiera conozco y no sé si hay una iglesia en ese lugar?
... al ir caminado y pensando sobre lo que voy hacer, me detengo por unos instantes y decido volver, me doy media vuelta, doy unos pasos, vuelvo a detenerme, pienso por unos segundos ¿Qué sucede?
– ¿Por qué quiero ir?, no lo entiendo.
Era tan intenso el deseo de ir y seguir adelante, seguí rumbo a aquel lugar, en el camino me detuve tres veces para regresar de vuelta a casa. La tercera vez estaba al frente de la casa, esperando ver a alguien entrar aquel lugar para salir de las dudas si era o no una iglesia.
Mi corazón se encuentra acelerado, ansioso esperando algo.
- No, mejor regreso, me digo a mí mismo,
-No hay nadie en ese lugar,
No sabía porque razón, no me podía devolver inmediatamente a casa, era como si alguien me estaba guiando, insistiendo que me quedara y esperara un poco más porque ese lugar era muy importante.
Estoy a punto de regresar a casa, me preparo para dar el primer paso y al volver a mirar hacia la puerta de la casa iglesia, veo que un pequeño niño que mueve la cortina junto a la venta, la puerta se abre, veo a unas personas que sonríen entre ellas, luego sale un hombre con terno y vuelve a entrar, veo que tienen biblias en sus manos. Decido avanzar en ese momento rumbo al frente de la vereda, mi corazón late muy rápido, no entiendo porque debo estar en ese lugar, golpeo la puerta, una persona abren la puerta y dice; hola, bienvenido, nadie me dice nada, ninguna pregunta, de dónde vengo, nada. Al entrar y veo a varias personas sentadas en pequeñas bancas sin respaldo, me siento al lado de una mujer de edad. Termina en servicio, todos me saludan, nadie pregunta ¿Quién soy? hasta que un joven me dice
- Hola
- ¿Quieres venir a la tarde a la sociedad de jóvenes?
- Sí, ¿Qué es eso?
Él explica en que consiste, contesto bueno, no hay problema.
Desde ese sábado todo fue nuevo, las predicaciones, sentí que eran para mi cada una de ellas. El hermano Luis ofrece si deseo estudiar con el curso La Fe de Jesús.
-Si no hay problema, pero lo vamos hacer cuando termine mi servicio militar voluntario, después de eso no hay problema.
No hay problemas contesta.
Al terminar el servicio militar en el mes de Junio del año 1999, regrese a la ciudad de los Ángeles, ese noche aborde el bus rumbo a la casa de mis padres, esa noche sabia que mi vida nunca más sería la misma, días después fui a la iglesia y busque al hermano Luis,
-aquí estoy, comencemos.
En dos semanas realizamos en curso La Fe de Jesús.
El día sábado 25 de junio de 1999, de tarde en la iglesia del río, más conocida como la iglesia de Pallihue fue mi bautismo, fue lo más hermoso en mi vida en ese momento.
Todo comienza el viernes de madrugada, recuerdo que estoy en mi cama, despierto porque escucho un ruido en la cocina de la casa, alguien está forcejeando la puerta con tanta fuerza que le rompe el seguro, la puerta se abre de golpe y veo a un individuo muy alto que no puede caminar en forma normal ya que sobrepasa el cielo de la cocina, debe caminar semi parado.
Comienza a caminar agazapado, escucho su respiración pesada, siento su odio, su maldad. Busca a alguien desesperadamente, me doy cuenta que es a mí a quien estaba buscando con tanta vehemencia.
Puedo ver su rostro, sus facciones, sus ojos llenos de malicia, su sonrisa cargada de maldad. La habitación donde duermo no tiene puerta, solo una cortina, en ella hay dos camas la primera es de mi hermana mayor quien duerme con su pequeña hija de apenas algunos meses, más al fondo se encuentra mi cama. Veo que este individuo con su mano izquierda habré la cortina y se asoma por la entrada, puedo sentir su maldad, su odio, mira a mi hermana y su bebe. Exclamo ¡no déjalos! ¡Aquí estoy, me andabas buscando! en se momento me levanto de la cama y salgo por debajo de sus piernas, me propongo alejarlo del dormitorio, corro por el pasillo hacia el comedor quedando entre la ventana que da hacia la calle y la habitación de mis padres.
Esta oscuro, se ve un poco de luz tenue desde el alumbrado público de la calle.
Siento que no tengo salida, me quedo quieto en un rincón, lo siento venir en dirección donde estoy. Entre este individuo y mi persona hay un cuadro de Jesús con unas ovejas que tiene un texto bíblico que dice el buen pastor da la vida por sus ovejas, el cuadro este iluminado con una luz blanca muy suave desde lo alto. Veo su rostro, sus facciones de ambas mejillas le cuelga la piel y la parte de las manos la piel parece colgar o estar arruga. Mira el cuadro de frente, se ríe en son de burla por lo que está escrito en el cuadro. Viene hacia mí, exclamo ¡oh Señor!,. En ese preciso momento alguien con vestidura blanca que está parado detrás de mí, dice con una voz suave, llena de paz y ternura.
- Cierra los ojos,
- ¿Qué?,
-Cierra los ojos, vuelve a decir,
Veo sus brazos y sus manos abrazándome sobre mi pecho, como un padre amoroso cuando abraza entre sus brazos a su hijo pequeño, veo sus alas, grandes, blancas, extendidas que me cubren como un escudo, ya no siento miedo, ni temor, ni angustia, solo una paz , una paz que me inunda completamente, me siento seguro como nunca me había sentido, nos elevamos del suelo, el me acomoda en medio de sus brazos…. me quede dormido.
El sábado a las 19,00 fui bautizado, sabía que al entrar al estanque de bautismo mi vida iba a ser diferente, me vi a mí mismo ser bautizado.
Desde ese momento mis experiencias son más reales, pero en cada uno de ellos la mano de Dios ha estado a mi lado, para salvarme de las garras del enemigo, gracias sean dadas a Jesús.
TESTIMONIO 2 (Primera semana de Diciembre del año 2019)
Hace unos días tuve un sueño… donde conversaba con Itzel, ella tenía un sueño y mensaje para mi departe de Dios.
Luego de terminar de leer el mensaje en mi teléfono fui llevado desde mi habitación a otro lugar.
Por lo que pude ver fueron diferentes lugares y momentos, donde vi diferentes grupos de cristianos, de diferentes épocas, algunos iban caminado por senderos entre bosques, quebradas, caminos diversos, otros caminado junto a riveras de ríos, algunos entre las montañas, había algunos congregados junto a una biblia.
Los pude ver Exhortándose por medio de la palabra, las Sagradas Escrituras.
Los vi en oración, solicitando fuerzas a lo alto...había lágrimas en sus ojos... luchando en oración. Estaban de rodillas y le decían al Señor Jesús: Qué les brindará fuerzas para seguir ADELANTE. Estaban en pruebas diversas... perseguidos por su amor a Jesucristo.
En su oración ellos decían que CUANDO LES TOCARÁ DAR SU VIDA, ASÍ COMO A SUS HERMANOS Y HERMANAS NO SINTIERAN TEMOR.
Los vi desanimados, pero no derrotados.
Vi que estaban cansados, con falta de abrigo, pero no desamparados.
Sentían hambre, pero no les faltaba la ayuda divina para su necesidad.
¿La voz que hablaba conmigo dijo ¿los ves?
Era una voz dulce, apacible, delicada, llena de misericordia, de verdad, autoridad y amor.
Solo podía contemplar las escenas que estaban delante de mí, no tenía palabras para pronunciar y describir lo que estaba viendo, era como si mi voz se hubiera desvanecido.
MÁS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA, eran sus palabras...
Aquella voz los consolaba, los animaba, abrazaba a cada uno de ellos, grandes y pequeños les daba fuerza para seguir adelante.
Aquella voz apacible los fortalecía en sus pruebas diversas.
Volvió a hablar conmigo y moviendo su mano derecha hacia adelante apuntando al grupo; ELLOS LO DEJARON TODO POR SEGUIR A JESÚS, PARA SEGUIR AL CORDERO QUE FUE INMOLADO POR CADA UNO DE USTEDES.
TODOS ELLOS DIERON SUS VIDAS, SOLO POR LA FE EN JESUS, LA FE EN SU SACRIFICIO, SON SUS JOYAS MÁS PRECIOSAS...
Vi en esos grupos niños, adultos, ancianos, abrazando el día cuando se encontrarán con Jesús, su amado.
Todos llenos de esperanza, como viendo al invisible dejaron todo por él Señor.
MÁS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ... Eran sus palabras comencé a llorar en el sueño.
Lloré un buen rato.
La voz seguía hablando conmigo, sentí que estaba despierto, estaba llorando y escuchaba su voz era como si estuviera a mi lado, junto a mi cama, era como su estuviera cuidando mi sueño, aquella voz fue la que me mostró todo ese sueño o visión.
Era como si estuviera a mi lado velando cada día por mi bienestar, sabía quién era.
Esa hermosa voz decía POR LA FE SÓLO POR LA FE EN CRISTO JESÚS SE PUEDE VENCER EL PECADO, estando despierto escuche su voz y sus palabras.
TESTIMONIO 3 Primera semana de enero 2021
Hace unos días tuve dos sueños que mostraban dos eventos difirentes, pero era el mismo mensaje por lo que puede entender.
Estoy a cierta altura suspendido en el aire, es campo abierto por lo que logro ver, da la impresión que es el término del día poco antes que caiga la noche. Tengo la sensación que ese día es muy importante ya que marca un antes y un después de los eventos que le siguen. En ese momento el mensajero que se encuentra a mi derecha, dice ven conmigo te mostrare un acontecimiento que marcara la vida de todo adventista desde el encumbrado hasta el más humilde, desde el letrado como el de palabras simples, desde el que sabe que debe hacer, pero no lo hace, no lo vive, no lo práctica, así como el que tiene poco conocimiento de las verdades para este tiempo del fin.
Estoy como un observador, descendemos un poco, lo suficiente para estar a una altura media, pero sin asentar los pies en el suelo. Estamos en un lugar donde puedo ver a todos los adventistas del séptimo día, desde el más pequeño hasta el más grande a los ojos de los hombres. Cada uno esta realizando su labor cotidiana que realiza cada día de su vida aquí en la tierra, veo ministros de la palabra, ancianos de iglesia, dirigentes, administradores, de varias profesiones, personas sin profesión, gente de pocos estudios, jóvenes, adultos, ancianos. Todos ellos están de pie esperando ser examinados por una luz mas hermosa que el brillo del sol, una luz que traer paz, bondad, amor, convicción, simpatía, comprensión, paciencia, ternura, compasión, salvación en Cristo Jesús.
No tengo palabras, solo observo, esa luz que brilla de lo alto, se acerca a cada uno de ellos, tanto a hombres como a mujeres, ellos siguen realizando su labor diaria, se detiene sobre sus cabezas y los ilumina desde su cabello hasta sus pies. Entiendo que su labor es muy meticulosa, no puede pasar nada por alto, todos son medidos, iluminados por la luz de la misma forma, no hay excepciones, no hay comparaciones, no hay sobre saltos. Su labor es contra el tiempo, todos deben ser medidos para pasar lo que viene sobre esta tierra. Esta buscando la medida que fue dada desde el principio, el estándar dado por Dios que es la semejanza a su hijo amado.
La luz al posarse sobre cada uno de ellos los ilumina desde adentro hacia afuera, se distinguieron cuatro grupos de marcados por la luz que es la obra del Espíritu Santo.
Un grupo que fue iluminado pero la luz no encontró nada en cada uno de ellos, este grupo fue dejado en su misma condición de siempre, no hubo cambio alguno. Siguieron haciendo sus vidas como de costumbre.
El siguiente grupo que fue iluminado por la luz solo encontró mugre, grasa en cara, manos y pie, toda su ropa estaba inmunda con todo tipo de suciedad, este grupo de personas fueron dejadas en su misma condición.
El siguiente grupo que fue iluminado por la luz, este grupo creyentes llamo mí atención, no pudieron soportar el examen y cayeron al suelo sin poder levantarse más, pude ver y entender que en este grupo eran los que habían tenido mayores privilegios de conocer y vivir la verdad, eran los de mayor saber, guías, consejeros, sabios pero ninguno quiso vivir de acuerdo a la luz que recibieron, este grupo quiso vivir a su antojo, quiso realizar sus propios planes, sueños, metas, ambiciones, aspiraciones, solo vivían para si mismo, no para la fuente de la vida y el amor.
Este grupo cuando fue iluminado por la luz que lo examina todo, su aliento fue quitado, se desplomaron a tierra y en ese mismo lugar quedaron, eran muchos los cuerpos tendidos sin que nadie los lamentara o extrañara.
La luz seguía examinando a todos, su labor era sin descanso, debía pasar revista a todos sin demora, porque la prueba final estaba por sobrevenir a cada uno de ellos.
Cuando la luz encontraba a una persona, la luz los iluminaba desde dentro hacia afuera y desde la cabeza a los pies, su vestimenta cambiaba de color al más blanco posible de imaginar, un blanco radiante que los cubría desde sus hombres hasta sus pies, sus rostros eran iluminados y estaban alegres por haber pasado el examen. Una vez que la luz pasaba a otro individuo, ellos seguían con sus rostros iluminados y con su vestimenta del más blanco posible de imaginar. Pude darme cuenta que este pequeño grupo se podía contar con los dedos ya que comparado con todos los demás grupos eran pocos los que fueron aprobados.
La Luz los examinaba a cada uno de los creyentes en forma personal, conocía a cada uno de los que profesaba conocer a Cristo, estos creyentes al ir siendo examinados por el Espíritu Santo, iban quedando señalados pertenecientes a un grupo con distintivas permanentes sobre ellos, al final quedaron cuatro grupos de creyentes que fueron pesados, examinados si daban la medida exigida por la luz que los iluminaba. todos eran adventistas del séptimo día.
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No sé cuánto tiempo habrá pasado para el siguiente sueño
Estoy en un templo grande con muchos hermanos de iglesia, se están realizando los preparativos para una semana de énfasis espiritual. El templo es de madera, se nota que el templo fue construido con mucha dedicación, mucha oración, todo lo que esta al frente tiene varios años, pero se conserva en perfectas condiciones, tiene una gran plataforma de madera que mira desde el occidente al oriente, al costado tiene unos pasamos para subir y bajar los pequeños escalones.
Es sábado de mañana, muy temprano, están preparando el servicio, la música, la escuela sabática, los avisos para esa jornada. Todos tiene mucho que hacer desde el diacono hasta el mismo pastor de iglesia. Hay mucho ruido como de mercado, los preparativos deben ser lo más importante y nada debe quedar pendiente es lo que logro escuchar a la comitiva encargada de la labor de ese sábado.
Es un poco incomodo estar en este lugar ya que las cosas son mas importantes que el motivo de estar reunidos en este lugar.
La escuela sabática es breve pero no tiene sentido, no se comparte la palabra de Dios, se comparten otras cosas, como ciencia, literatura, canto, negocios, intereses personales. Todos tienen algo más importante que decir que lo que dice el folleto, pero el folleto de la escuela sabática solo lleva el nombre de folleto de escuela sabática ya que su contendido no tiene nada que decir a la congregación, no tiene estudio de la palabra, parece un manual extenso y aburrido. Hay mucho ruido en el ambiente.
Cambia la escena y ya es tiempo de comenzar la semana de oración o énfasis espiritual, pero en vez de ocupar el templo se van todos a un gran galpón, parece un gran gimnasio techado o una gran bodega, no tiene ventanas, la ropa de sábado parece atuendos de fiesta, con muchos adornos. Para llegar a ese lugar hay que tomar locomoción.
No se que debo hacer, si retirarme del lugar, en eso alguien me habla y al mirar veo que se están retirando del lugar, los pastores, ancianos dan la despedida, los diáconos abren las puertas para que la congregación pueda salir. Me parece que estoy en el estacionamiento, salen los hermanos que se dirigen a sus respectivos vehículos para retirarse. Entiendo que esta reunión duro varios días, pero siempre de tarde noche.
Al volver a mirar veo algunos que reconozco del sueño anterior, al mirar hacia mi izquierda veo pasar a dos hermanas que me saludan y dicen, hasta pronto hermano, se que son esposas de dirigentes, esposas de pastores, su vestimenta es de gala con pequeños adornos. Al momento de subir a sus respectivos autos, nuevamente veo pasar la luz en dirección hacia ellas, la luz viene desde la dirección donde estaban todos congregados, la luz las ilumina y puedo ver debajo de esa vestimenta otra vestimenta una vestimenta no apta para ser usada. La luz las ilumina y pasa de largo.
Santiago 2016
Estaba en Santiago ayudando en la construcción de la iglesia Porvenir de Santiago centro, era en año 2016, era el mes de febrero.
Era la hora del almuerzo, íbamos a un restaran como a dos cuadras de la iglesia, recuerdo que había estado dando varios cursos bíblicos ese mes a varios chicos colportores y a un maestro de la construcción. Estábamos a punto de almorzar después de la oración que me dicen:
Al vencedor yo lo haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, con mi Dios, y mi nombre nuevo. Apocalipsis 3:12 RVR95.
En ese momento me veo en un pasillo muy alto con columnas altas y gruesas casi como si fueran traslucidas pero muy firmes y al fijar mi vista hacia la derecha veo delante de mí, el fin del pasillo y la antesala del gran trono blanco.
Estoy de pie esperando mi turno para ingresar al salón donde se encuentra la presencia de la fuente de todo el amor.
Delante de mí veo a un niño de edad mediana con su manito apoya en la columna derecha, está a vestido es de un blanco desde sus hombros hasta sus pies, no veo costura en su ropa ni nada que sea confeccionado de la tierra. Estoy vestido de la misma vestimenta blanca radiante que él pequeño que se encuentra delante de mí.
Al mirar hacia adelante y dentro del salón, en la parte superior veo ángeles que están vestidos de un blanco muy radiante, ellos que cubren su rostro con sus manos y dos alas, con otras dos de sus alas la parte baja de su cuerpo y con las otras dos alas se encuentran extendidas, al mirar veo que sus las extendidas no las están moviendo, o agitando, están quietas y se suspenden en el aire sin producir ningún movimiento o ruido con sus alas.
Están como contemplando con mucha admiración y reverencia aquel que está sentado en el gran trono. Hay una gran solemnidad en ese lugar, el lugar donde se encuentra el gran trono es semejante a una gran fuente inagotable que brota continuamente, lo llena todo, desde todas las direcciones, desde el principio hasta el fin.
Miran hacia el lado derecho del gran salón y de ese lugar se ve un brillo cristalino que llena todo en ese inmenso salón, una luz que da la impresión estuviera viva porque ondula, parecido a las ondas que genera el mar en una tarde calidad y agradable que cubre todo incluyendo el embaldosado. Da la impresión que fluye constantemente desde el centro del trono, al volver a mirar es como si fuera agua viva.
Se que estoy esperando ser llamado por la fuente del amor…
24 de enero 2020
Me encuentro en la habitación del hogar, estoy leyendo los sueños del hermano Jorge Tebes del jueves 03 de noviembre 2005.
Estoy recostado en una de las camas, al terminar de leer el sueño, pregunto a Dios en oración silenciosa que tan avanzado esta esa oscuridad sobre la universidad y que podemos hacer. Cierro mis ojos y al abrir para seguir leyendo los siguientes sueños.
Me encuentro a mediana altura sobre la Universidad (a unos 50 a 70 metros), estoy suspendido en el aire como si estuviera flotando, puedo ver los faroles encendidos, las aulas, los hogares, el templo, la biblioteca, la radio, servicios generales, veo también algunas personas que están caminando, las luces del alumbrado público y algunos vehículos que transitan por la calle.
En ese momento escucho algo parecido al sonido de un temblor muy fuerte, como cuando mueven tierra maquinaria pesada, como cuando pasan varios trenes al mismo tiempo. En ese instante mi vista se enfoca en dirección debajo de mis pies, debajo de donde estoy suspendido en el aire, veo, siento, percibo una oscuridad tan profunda que viene desde lo más profundo de la tierra, una oscuridad tan maligna que devora todo a su paso, avanza con mucha violenta, La oscuridad viene desde abajo a una velocidad que no logro percibir, es como una gran boca que tiene muchísima hambre. Me asuste por la escena y siento angustia, devoró todas las dependencias de la Universidad Adventista, sin dejar nada a su paso. En ese momento abrí mis ojos y realicé un pequeño salto sobre la cama, estaba en el dormitorio, en el mismo lugar antes de cerrar los ojos. Ore al Señor pidiendo ayuda ya que quede físicamente sin fuerzas, muy cansado, tembloroso.
Lo que se mostro es claro y sin dobles tintas.
Sábado de Mañana
El sábado de mañana iba rumbo al templo de la Universidad, el día estaba hermoso. Mientras caminaba lentamente escuche una voz suave, melodioso, llena de gracia y de verdad, con su voz quebrada por la angustia, decía:
"En este lugar que invocan mi nombre cada día, especialmente hoy sábado, pero hay orgullo de todo tipo, vanidad en cada rincón, soberbia con mano alzada delante de mí, pecados acariciados de todo tipo y no confesados, pecados oculto a la vista de los hombres. Los que saben guardan silencio del mal que se práctica, son cómplices, son culpables de juicio y condenación.
Se retiene la justicia y no se práctica la misericordia, hay soborno de parte de los líderes, corrupción corre por sus diferentes departamentos.
¿Cómo los puedo bendecir?
Están en el mismo pecado día tras día, piensan porque ocultan sus adulterios, fornicaciones, aberraciones sexuales, ¿no los veo dice el Señor? Han llegado al colmo de la arrogancia y la apostasía, aun así, no quieren reconocer que los he llamado por medio de sueños y visiones. Los he llamado por medio de mi Espíritu Santo a cada uno y no quieren escuchar mi voz.
Por tanto, traigo calamidad sobre este lugar, sobre cada institución que se ha levantado, dejare sentir mis juicios y sabrán que soy el Santo Dios que habito en medio de la santidad.
No quisieron oír mi voz cuando los llamaba, ahora enviare a mis verdugos que pasarán por medio de la ciudad de Jerusalén, por medio de mi amada iglesia y la purificare con fuego. Con dolor en mi corazón tengo que hacerlo, no hay otra manera de curar el pecado que corre libremente entre mis hijos.
Solo estaré con los que temprano me han buscado, no los dejare, porque son mi especial tesoro."
Sus palabras eran solemnes.
Tarde del mes de febrero
Una tarde del mes de febrero 2020, terminando la jornada a laboral llego donde estoy actualmente, ese día estaba pensando sobre el estado de la iglesia, sobre nosotros como creyentes y cuál es nuestra condición delante de Dios en estos días, me recuesto en el dormitorio(cama), cierro los ojos y al abrirlos estoy dentro del templo de la Universidad adventista, me encuentro de pie al lado derecho del pulpito sobre la plataforma, pero no estoy solo dentro del templo. Me pregunto que estoy haciendo aquí, si acabo de llegar del trabajo y estoy recostado en el dormitorio.
En eso, al mirar el espacio donde se encuentran las bancas, (sillas rojas), veo el templo lleno, a primera vista parecen personas, que, mueven su parte superior de lado a lado, se mueven en forma armoniosa, sobre sus cabezas tiene algo parecido a franjas negras con líneas rojas.
El mensajero que se encuentra a mi lado, delante del pulpito, el mensajero se encuentra vestido de una prenda sin costuras y de una sola pieza desde los hombres a los pies, de color blanco radiante parecido a neblina reluciente.
Él dice vuelve a mirar la escena que esta delante de tus ojos detenidamente, al volver a mirar, noto que no son personas solamente más bien, el templo está lleno de serpientes que se mueven todas a la misma vez de derecha a izquierda, son cobras reales por la forma de sus escamas, las cuales extienden desde sus cuellos. Pienso, esto no puede ser y en ese preciso momento se dan cuentan que estoy parado al lado derecho del pulpito y una de ellas, quien dirige, se lanza con furia hacia donde estoy parado con sus colmillos extendidos para clavarlos, en eso momento me asusto porque se abalanza hacia mí y salte de la impresión sobre la cama, abrí los ojos y estaba recostado en la habitación.